Puccini, Giacomo - La Bohème
Anna Netrebko. Rodolfo VillazonPASSWORD: elhenry.MusicIsTheKey
La Bohéme de PUCCINI: Tras el éxito de Manon Lescaut (1.893), Puccini acometía una nueva ópera basada en la obra por fascículos de Henri Murguer, “Scènes de la vie de bohème”, y que dio lugar a esta ópera que, en febrero de 1.896, se representaba en el Teatro Regio de Turín por primera vez.
Sinopsis: La ópera se inicia en una buhardilla en el Barrio de Montmartre el día de Nochebuena (se ambienta la ópera durante la primera mitad del siglo XIX). Marcello, pintor, y Rodolfo, el poeta están desesperados por el frío que “inunda” la habitación y que provoca que Rodolfo recurra a quemar sus escritos en la chimenea. En éstas, llega Colline, el filósofo del grupo, que pretende empeñar algunos libros porque la pobreza les atosiga pero que no consigue al estar en estas fechas navideñas (“Già dell’Apocalisse appariscono i segni. In giorno di Vigilia no s’accettano pegni!- Ya aparecen las señales del Apocalipsis. En Nochebuena no se aceptan empeños). Cuando la llama de la chimenea termina de apagarse, aparece Schaunard, el músico, con comida, leña, y, sobre todo, dinero, de un cliente que le ha contratado. Después de convencerles de que deben de dejar la comida para otra mejor ocasión y acudir al Barrio Latino par disfrutar de estas fiestas, llega el casero recordándoles que deben de pagar el alquiler. Estos le invitan a tomar vino y prometen pagarle pero rogándole que se quede un tiempo. La conversación con el casero acaba con los cuatro bohemios echándole de “esta honesta casa” al hablar de la supuesta infidelidad del casero. Pero el verdadero momento emotivo es la escena del dúo entre Rodolfo ,que se había quedado sólo para terminar un artículo, y Mimì, una vecina que había acudido a su casa a encender la candela que se le había apagado. Ambos quedan prendados al mirarse y es ahí cuando empieza el verdadero dúo, aquel en el que él coge la fría mano de ella mientras buscaban la llave que ella había perdido en la casa y canta ese célebre ”Que gelida manina” cuyo tono melódico sólo es superado por la aria siguiente que canta Mimì ”Sì, mi chiamano Mimì” . Pero el mejor momento está por venir: aquel en que los dos acaban rendidos a ese amor nacido en ellos y que remata el acto (“O soave fanciulla”) y ese “amor,...amor,....amor” que ambos cantan cuando, juntos, se van de la buhardilla, camino del Barrio Latino.
Ya llegados al Barrio Latino y, específicamente, al Café Momus, Rodolfo presenta Mimì a sus amigos que la acogen en el grupo (Questa è Mimì,gaia fioraia”). Mientras están comiendo y charlando sobre Rodolfo y el amor, llega Musetta, antigua amante de Marcello ,acompañada de Alcindoro, que consigue turbar a Marcello, que trata de ignorarla en vano... lo que provoca en ella cierto interés renovado hacia él (Quando me’n vo soletta per la via) La escena evoluciona de tal manera que Marcello acaba por ceder a los encantos de ella (O gioventú mia, tu non sei morta) donde ya revela abiertamente su intención por volver a esta con ella. Los seis amigos se marchan del Café Momús, una vez cargada la cuenta a Alcindoro que no estaba presente, aprovechando el revuelo ocasionado por la llegada de un desfile.
Tras un tiempo, Mimì acude a una taberna donde se hospedan Musetta y Marcello, a las afueras de París, para hablar con el pintor y comentarle la situación por la que pasa la relación . Su preocupación está en que siente que Rodolfo la rehuye y “se destruye por los celos” y que su carácter se ha agriado hasta el punto de gritarle a cada instante que “ya no es para ella, que se busque otro amante”. Marcello le habla de que su relación con Musetta es diferente porque ambos viven en libertad (lo que luego se demuestra que no es así) y le dice que lo despertará para hablar con él. Una vez que se encuentran ambos amigos, Rodolfo le dice que ha dejado de querer (“Marcello, finalmente! Qui niun ci sente. Io voglio separarmi da Mimì”) a Mimì y Marcello le acaba preguntando si es celoso a lo cual, Rodolfo lo admite pero de forma muy poco sincera. Al final, acaba reconociendo su verdadera pena: Mimì está muy enferma y siente que él es el culpable del mal que la mata (... me, cagion del fatale male que l’uccide”) y preocupado porque sabe que el amor no basta para salvarla. Mimì, que estaba escuchando las frases de Rodolfo, sale del escondite para reunirse con él y ambos inician un dúo en el que, primeramente Mimì se despide (“Donde lieta uscí al tuo grido d’amore”) de Rodolfo para luego acabar juntos cantando ese final “Ci lascerem alla stagion dei fior” incapaces, de separarse en un momento tan duro (ya deja entrever ese cuarto acto)Pasado un tiempo, nos encontramos en la buhardilla del 1º acto donde Rodolfo y Marcello trabajan...o intentar trabajar porque el pensamiento melancólico acerca de Mimì y Musetta es tan intenso que les impide concentrarse (“O Mimì tu più non torni”) . En éstas, llegan Colline y Schaunard, y la melancolía da paso a una situación distendida que recuerda a esas escenas previas a la llegada de Mimì con la vela en el acto 1º y que se interrumpe con la llegada de Musetta alarmada (“C’è Mimì che mi segue e sta male”). Una vez solos, Rodolfo y Mimì inician una conversación en el que felicidad del reencuentro se ve enturbiada por la enfermedad de Mimì. En este momento, el oyente se siente trasladado a ese primer acto cuando Mimì evoca el primer encuentro, la vela apagada, la llave perdida...hasta que un ataque de tos nos devuelve a la triste realidad. La legada de Musetta con un manguito para que las manos de Mimì se calienten es el inicio del fin. Con las manos metidas en el manguito dice las últimas palabras...y muere. Mientras que Musetta reza porque Mimì siga viva, Schaunard, que está pendiente de Mimì, le comenta a Marcello que ha muerto. Rodolfo, que no sabe aún del final de su amada, observa las caras...”ese ir y venir” de sus amigos hasta que Marcello acude a abrazarlo con cara compungida. Rodolfo, desesperado, acude hasta el camastro donde yace Mimì con gritos de dolor (Mimì...Mimì...Mimì...)
Leoncavallo, Ruggero - La Bohème
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Marcello: Franco Bonisolli
Mimi: Lucia Popp
Rodolfo: Bernd Weikl
Musette: Alexandrina Milcheva
Schaunard: Alan Titus
Barbemuche: Alexander Malta
Visconte Paolo: Jörn W. Wilsing
Gustavo Colline: Raimund Grumbach
Gaudenzio: Friedrich Lenz
Durand: Norbert Orth
Il Signore: Albert Gassner
Eufemia: Sofia Lis
Münchner Rundfunkorchester
Heinz Wallberg
Ato I - - - Ato II - - - Atos III e IV
La Bohéme de LEONCAVALLO:
A pesar de Leoncavallo parece haber comenzado a escribir en primer lugar su ópera sobre La Bohéme, ésta se estrenó en segundo lugar, en Venecia el 6 de mayo de 1897. Puccini le había "robado" su idea de plasmar La Bohéme en música, de la misma forma que había "robado" la idea de la Manon de Massenet para componer su propia Manon Lescaut, o que lo llevaría a "robar" la Turandot de Busoni para componer la suya propia. No eran "robos" en el sentido estricto, sino "apropiaciones" de temas para sus óperas. Ver las versiones de sus colegas (o saber que estaban componiéndolas, en el caso de Leoncavallo) despertaba el deseo y la imaginación de hacer las suyas propias. Y hacía obras maestras, indudablemente.
Sinopsis: Acto 1. Rodolfo, Mimi, Marcello, Musette y sus amigos están teniendo una fiesta de Nochebuena en el Café Momus. Tienen problemas para pagar la cuenta. -
Acto 2. Musette está atrasada en el alquiler y está siendo desalojada de su apartamento. Su mobiliario se ha colocado en la calle. Marcello simpatiza y la invita a vivir con él. Ellos deciden hacer una fiesta allí mismo, en la calle. Durante la fiesta, Mimi es abordada por Paolo Visconte que ofrece su amor y una vida de lujo. Cansada de vivir en la pobreza con Rodolfo en su buhardilla, Mimi se une a él (a regañadientes). -
Acto 3. Musette ama a Marcello pero está harta de ser pobre. Ella está a punto de irse cuando aparece Mimi. Mimi ha vuelto para pedir a Rodolfo que la deje quedarse con él. Mientras que las dos hablan, Marcello entra y Musette le dice que se va. Marcello queda convencido de que su traición ha sido causada por Mimi. Cuando aparece Rodolfo, Marcello denuncia a Mimi. Rodolfo le cree y se niega a escuchar las argumentaciones de Mimi y le dice que su amor por ella ha muerto.
Acto 4. Navidad de nuevo, Marcello dice a Rodolfo que ha escrito una carta pidiendo que vuelva Musette, pero no ha recibido ninguna respuesta. Mimi aparece. Ha sido dejada de lado por el Visconte y ha enfermado. Como no tenía nada y ningún lugar a donde ir, ella le pide a pasar la noche. La dejan entrar, pero están angustiados por no poder hacer nada más por ella. Musette llega y les da una pulsera y un anillo de Schaunard para comprar medicinas para Mimi, pero es demasiado tarde. Mimi muere en los brazos de Rodolfo.
Incluso así reducida la historia, está claro que Puccini tenía mejor sentido teatral que Leoncavallo. Nunca me he encontrado con una copia del libro de Murger, pero yo apostaría que Leoncavallo conserva más elementos originales del libro que Puccini. Se supone que éste insistió en cortar todo lo que no se centrase en Mimi.
Puccini y Leoncavallo escriben más o menos en el mismo lenguaje verista. Leoncavallo podría igualar en exuberancia orquestal a Puccini, pero parece menos inclinado a hacerlo y es más contenido. Puccini tiene mejor sentido de la estructura general, mezclando la oscuridad y la luz brillante en tres de sus cuatro actos. Leoncavallo, siguiendo un camino más simple, va directo a partir de dos actos alegres a dos actos oscuros, que no son tan infinitamente triste como los de Puccini. En cuanto a las arias individuales, a veces las similitudes son francamente inquietantes. En el segundo acto, el tenor Marcello Leoncavallo encuentra muebles Musette en la calle. Le pide a vivir con él en "Io stanzetta no che ho povera las Naciones Unidas" (emitida por una traducción en forma abultada como "No tengo más que una habitación de pobre.") Aria de Leoncavallo tiene la textura y el espíritu de "manina gelida Che "casi a la perfección pero no se desarrollan a partir de ese punto. Musette no responde a Marcello de la misma manera que la mayor Mimi de Puccini hace a Rodolfo y no hay avance en dúo glorioso. A pesar de estos peros "La Boheme" de Leoncavallo es un excelente trabajo con algunas buenas canciones. De no haber sido torpedeado por Puccini, es probable que estuviese en el repertorio estándar de la misma manera que "Adriana Lecouvreur" de Cilea.
Estoy de acuerdo con que la Boheme de Leoncavallo es una magnifica opera.
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