La traducción aproximada del título de esta obra sería
El amor de lejos Es una óperaen cinco actos, la primera de la compositora finlandesa
Kaija Saariaho, con libreto en francés de
Amin Maalouf. Estrenada 15 de agosto de 2000 en el Festival de Salzburgo.
Saariaho, viviendo en París desde 1982, se familiarizó en 1993 con La vida breve, de uno de los primeros grandes trovadores del siglo XII, Jaufré Rudel. Anteriormente, asistió a la producción de Peter Sellars de la ópera de Messiaen, Saint-François d'Assise en el Festival de Salzburgo en 1992, pero no sintió que fuera capaz de escribir una. Sin embargo, la producción la convenció de la posibilidad de transformar el poema en una ópera, dada la sensibilidad y el talento de Sellars: “Si eso es una ópera, entonces puedo escribir una" se le atribuye haber dicho.La idea para una ópera con este tema era desarrollarla en los siguientes siete u ocho años. Luego de ser atrapada al ver los manuscritos originales de la historia de Jaufré (el joven poeta de corazón roto que escribió a su lejana amante en Trípoli), puso música al poema con el estilo de Lonh en 1996, una pieza para soprano e instrumentos electrónicos.
Las sensibilidades y experiencias de Amin Maalouf, un autor y periodista franco-libanés radicado en París, y Saariaho – ambos exiliados voluntarios – los unieron colaborando en tornar “a una historia aparentemente simple en una historia compleja contada muy simplemente. …..(y con) la directa trayectoria de su trama, L’amour de loin gira ansiosamente alrededor de temas más profundos – la obsesión y la dedicación, la realidad y la ilusión, la soledad del artista, la necesidad de pertenecer”.
Saariaho.L`amour de Loin.2000.
Salzburgo. Dawn Upshaw. Dagmar Peckova. Dwayne Croft. Dir.: Kent Naganohttp://rapidshare.com/files/407003142/L_Amour_de_loin_Salzburg.zip.001.html http://rapidshare.com/files/407007197/L_Amour_de_loin_Salzburg.zip.002.htmlTambien esta disponible en DVD, aunque no tengo los links.
MÚSICA (KAIJA SAARIAHO): partitura que prima esencialmente el elemento vertical de la música, el timbre, el color, las texturas, sobre el horizontal; el ritmo ha muerto y la melodía que aparece en una forma medieval, etérea, casi cerrada
(canción del trovador) que,
Dios me confunda, me recuerda a Monteverdi. La música es estática, no avanza, sólo las disonancias en pícolos, oboes
(Debussy revisited) y metales provocan tensiones, añaden sal en el plato para potenciar el sabor.
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El resultado es una sensación de ensoñación, hipnótica, onírica, repetitiva, atmosférica, también enormemente fría (gran predominio de timbres agudos), unido a un poso de opulencia y exotismo oriental, puro color. Sin duda, la electrónica contribuye a ello.
En la escena final de la Condesa, parece como que el tiempo se hubiese detenido, todo queda en suspenso, congelado: DIVINIZADO.
El Coro está usado como un instrumento, nunca aparece en escena. Cada amante “posee” el suyo propio, masculino para él, femenino para ella, que contribuyen a crear un fondo, una compañía, un entorno oportuno.
De todos los intérpretes, destacaría a Dawn Upshaw, Condesa apasionada, inflamada, entregada, ígnea: inmensa en su gran escena final. Y ¡cómo no! la lectura íntimamente idiomática de la batuta de Salonen.
LIBRETO (AMIN MAALOUF): intimista, cuenta la historia de un amor irresistible y mortal (Tristán) que acaba siendo sublimado en uno divino. No existe prácticamente una acción dramática, la historia apenas avanza. Sólo tres personajes, Ella, Él y el Peregrino, único nexo y a la postre celestina y “tejedor de la mortaja”.
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Ambos amantes viven aislados en su mundo y desdichados, en espera de “algo superior”: “he aprendido a hablar de la felicidad, pero no he aprendido a ser feliz” recita el hombre nada más comenzar la obra. En su gran escena final, la mujer, muerto ya su amante, y tras recriminarle a Dios su crueldad, acaba reconociéndole como su verdadero “amour de loin”, entrando en un éxtasis.
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ESCENOGRAFIA (PETER SELLARS): apropiadísima visión de ese mundo hipnótico y claustrofóbico: sobre un palmo de agua que tapiza el escenario (en el que acabarán empapándose los dos protagonistas ¡ay, esa laringitis!) se elevan dos torres separadas, aisladas, interiores, cerradas sobre sí mismas (escaleras de caracol), con colores (otra vez) propios para cada personaje, rojo pasión y amor para Ella,
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y azul/verde frío y solitario para Él, rodeadas de unas columnas en los mismos tonos con desplazamiento vertical (de nuevo) a modo de barrotes de una cárcel. Sólo cuando pronuncia el nombre de la amada, Clemencia, adquiere el Príncipe su tono rojo cálido.
Hola!! Estaría interesada en escuchar la ópera, los links no funcionan. ¿Podrías subirlos de nuevo?
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