Es curioso el caso de Gustave Charpentier, compositor de óperas, posiblemente el más longevo de todos, que sólo tuvo un éxito verdadero: Louise, pero con él logró entrar en el olimpo de los compositores, por méritos propios.
Nació el 25 de junio de 1860 en Dieuze (Lorena), estudió en Tourcoring, en Lille y por último en París, donde fue alumno de Massenet. A los 27 años ganó el Premio de Roma. En París descubrió, al igual que los pintores y poetas de Montmartre y de la rive gauche, un mágico colorido local que plasmó convincentemente en su ópera Louise. Murió en París, casi olvidado, el 18 de febrero de 1956, pero con esta ópera habria alcanzado el éxito finalmente.
El libreto es del propio compositor, que construye la primera "ópera socialista", y destaca la hermosísima y erótica aria " Depuis le jour" q forma parte del repertorio de toda soprano q se precie. Aqui la Sills la canta q da gusto!
Personajes: Louise, una costurera (soprano); su padre (barítono); su madre (mezzosoprano); Julien, poeta (tenor); Irma (contralto); burgueses, bohemios.
Lugar y época: París a fines del siglo XIX.
Argumento: Un breve preludio basado en la melodía de amor que luego oiremos en boca de Julien. Éste la canta para Louise, su amada y vecina en un barrio pobre de París. Le pide que huya con él, pues los padres de ella se oponen a la unión. El dúo de amor está lleno de romanticismo. (Cuatro años antes había aparecido La Bohéme, de Puccini, con una pareja semejante en el centro y en el mismo ambiente. Pero Puccini siguió siendo italiano, incluso en la descripción de París, mientras que Charpentier era un parisiense auténtico.) La madre interrumpe la escena. Ella y el padre exigen a Louise que elija un hombre más solvente en lugar del bohemio Julien. Cuando Louise lee ante su padre en el periódico, en voz alta, que «todo París está entregado al placer en la festiva celebración de la primavera», siente la pobreza de su vida entre aquellas cuatro paredes como un peso abrumador. Vive en una gran ciudad y sufre por no poder disfrutar de sus placeres.
El primer cuadro del acto segundo muestra un amanecer en Montmartre; obreros y obreras, policías, noctámbulos y vendedores callejeros dan vida a la escena; todos hablan en un dialecto que habría horrorizado a la Academia. Aparece Julien con sus amigos. Está embriagado por la primavera y sólo piensa en una cosa: huir con Louise, vivir con ella. La espera frente al taller de costura en que trabaja. Pronto aparece Louise con su madre, que le sigue haciendo advertencias. La propuesta de Julien la estremece; tiene que reflexionar. Se suelta de su brazo y entra en el taller.
Allí tiene lugar el cuadro segundo. Las costureras charlan y ríen sobre el eterno tema del amor. Sólo Louise tan desconcertadas: ¿estará enamorada? En la calle suena una canción, las obreras corren hacia la ventana y envían besos al cantante callejero. Es Julien, que le canta su amor. Sin embargo, la segunda parte de la canción es amarga; trata sobre la joven que no cumplió su promesa. Louise está sentada, pálida y silenciosa, pero pronto toma una decisión. Se levanta, corre a la calle y se arroja en brazos de Julien. El tercer acto transcurre en la pequeña casa en que viven Julien y Louise. La luz del crepúsculo cae sobre los techos de París. Aquí encuentra Charpentier para el corazón rebosante de Louise la melodía más íntima: «Depuis le jour...». París enciende sus luces, doblan las campanas en el aire transparente. Un dúo de amor corona la escena, un himno entusiasta a la vida. Entonces la casa se llena de amigos, de bohemios que improvisan una fiesta y proclaman a Louise reina de Montmartre. La madre de Louise interrumpe aquella desbordante alegría: la hija ha de regresar para ver al padre enfermo. Sólo por poco tiempo, promete Louise a su amado.
En el acto cuarto, Louise está otra vez con sus padres. Todo lo que la rodea la oprime: el ambiente triste, el padre que canta una canción extraña para recordarle su niñez; la madre que le reprocha su cambio inmoral de vida. La música se transforma paulatinamente en un himno a París. Por último, Louise no puede resistir más. Vuelve a la libertad, al amor. El padre corre detrás de ella hasta las escaleras y agita furioso los puños: Oh, París!
Libreto: Charpentier entona un canto jubiloso a París, a la libertad de la vida bohemia, al amor embriagador en las buhardillas y talleres, a la magia de las estrechas callejuelas. Pero no olvida crear un conflicto dramático por medio del conflicto de generaciones y de una contraposición entre la vida llena de tentaciones y los hombres que le dan la espalda eternamente.
Música: Charpentier es melodista, pero posee también suficientes recursos armónicos para hacer estimulante la partitura. Se eleva a verdadera altura en las escenas que enaltecen París. Entonces surge de su música un auténtico entusiasmo. Hay mucha ternura en ella y permite pasar por alto algunos momentos débiles y vulgares. Los teatros que cuenten con dos intérpretes idóneos, en juventud, belleza, sentido de la actuación y voz simpática, para los papeles de Louise y Julien, pueden plantearse la reposición de esta ópera y confiar en un auténtico éxito.
Historia: El estreno, celebrado en la Opera Comique de París el 2 de febrero de 1900, fue un triunfo tumultuoso. Siguieron más de cien representaciones ese año en el mismo lugar. La obra llegó pronto a otras partes del mundo: a Nueva York en 1900 y a Buenos Aires en 1918. En Barcelona se estrenó en 1904, bajo los auspicios de la Asociación Wagneriana local.
Fuente: "Diccionario de la Ópera" Kurt Pahlen
Links:
http://rapidlibrary.com/files/charpentier-louise-sills-gedda-vandam-cd1-rar_29367947.html
http://rapidlibrary.com/files/charpentier-louise-sills-gedda-vandam-cd2-rar_ul8mbbcbwwifon.html
http://rapidlibrary.com/files/charpentier-louise-sills-gedda-vandam-cd3-rar_29367949.html
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